RESERVORIO CIRCULAR DE 833.000 LITROS
300 familias se benefician con reservorio circular de 830 mil litros
Antonio E. Peredo
Periodista
Con el fin de abastecer de agua de riego y consumo humano a 300 familias, el pasado sábado, la comunidad de Chawarani en el municipio de Sipe Sipe inauguró el reservorio circular construido con molde de adobes, el más grande de Bolivia.
La técnica que es de bajo costo, eficiente y estético, se construyó con mano de obra de la comunidad en 6 días y es de fácil replicabilidad.
Sipe Sipe produce verduras, hortalizas, frutas y tubérculos, el 65% se vende en Cochabamba, La Paz, Santa Cruz y en menor medida Oruro, el resto se destina al auto consumo. El sector productivo de Chawarani está debajo de los 2.700 m.s.n.m, que es apto para su creciente producción de uva y otros frutales como chirimoya, palta Has, manzana, durazno, mora, fresa, almendro y muchas otras variedades.
La construcción tuvo una modalidad de ejecución colaborativa: mano de obra de 180 integrantes de la comunidad, material de construcción, equipo técnico y maquinaria de tres entidades. La Asociación Agroecología y Fe, el Gobierno Autónomo Municipal de Sipe Sipe y la Fundación Samay de Holanda. El presupuesto total fue de 191.816 bs. entre aportes de la Alcaldía, de comunarios que no pudieron trabajar, y el resto proveniente de las otras entidades cooperantes internacionales, canalizadas por la Asociación Agroecología y Fe, que apoyada por Misereor de Alemania.
“Nos hemos dividido en cuatro grupos de 45 personas y hemos trabajado hasta acabar” menciona Cristóbal Churata, presidente de la comunidad, recordando los seis arduos días de trabajo que dieron de resultado el reservorio circular más grande, bajo esa técnica, que ya tiene más 30 años, implementándose en nuestro país.
El reservorio circular es alimentado por una vertiente proveniente de la cuenca alta, por lo cual es necesario varias acciones en esas zonas de recarga hídrica, se debe «sembrar y criar agua para cosecharla»: evitando las deforestaciones, la quema, el pastoreo, no permitiendo cultivos agrícolas zonas altas. Por ende, los técnicos proponen hacer en este sector zanjas de infiltración, lagunas artificiales y reforestar, por lo cual la comunidad inició plantando “6.800 de árboles nativos, entre ellos kewiña, lloque, aliso, mutu tutu, jacarandá, soto, lluvia de oro, tipa, ceibo, sauce y jarcá distribuidos en seis hectáreas” informa Marcelina Alarcón, técnica de «Agroecología y Fe.”
La siguiente etapa del proyecto es fomentar la producción agroforestal en parcelas de Chawarani, conectando riego tecnificado, vía semi aspersión, aspersión y por goteo en las familias comprometidas. Son 60 hectáreas que pueden convertirse en este tipo de sistemas que ofrecen varios servicios ecosistémicos y promueven la soberanía alimentaria, además generan ingresos económicos.
Sipe Sipe, ya cuenta con huertos modelo, que, por su acceso al agua y su similitud del suelo, servirán de ejemplo para replicarlos en Chawarani: el Ecocampo, Suelo Feliz, de 1.5 hectáreas que produce, especies forestales, frutales, hortalizas, legumbres, y tubérculos entre otras.